Rojo o azul, ¿que me pongo hoy?

23.05.2011 14:53

 

Voy a empezar vistiéndome de azul pues hasta ahora nunca había usado ese color y que queréis que os diga, me hace un poquito de ilusión porque por fin tengo la oportunidad de sacudirme las alas con los cuatro perroflautas que siempre me han mirado mal por acudir a los conciertos con camisetas de marca en tonos rosa.

Claro, eso me ocurría cuando era adolescente pues en la actualidad, ya he aprendido a camuflarme y cuando me apetece descargar adrenalina echándome unos bailes o tomarme unas cervezas en un bar mientras hablamos de cómo arreglar el mundo, me pongo una camiseta negra y andrajosa para pasar desapercibida entre los vuestros. No es que me gusten mucho pero es que se que de otra manera nunca tomaríais en cuenta mis palabras y seguiríais tratándome como a la niña pija que en su vida ha tenido que lavar un plato, así que no tiene ni idea de lo que habla.

Es cierto que he tenido una vida cómoda, no lujosa pero sí que he tenido la suerte de nacer en una familia que tras arruinarse cuando el dinero de la republica perdió su valor supo rehacerse a sí misma y me ha dado muchas cosas que me permiten a día de hoy escribir esto que estáis leyendo. Cosas que van mucho más allá de lo material. Me dieron la capacidad de pensamiento crítico y la libertad de ser como soy pues nunca me prohibieron expresarme, ya que de hecho casi todos son muy de izquierdas por el rencor acumulado, en especial los más ancianos, tras haber pasado hambre por culpa del franquismo. Aún así, con esa perspectiva equivocada de rencor por el pasado que me rodeaba, he crecido con la convicción de que todo individuo sin importar sus creencias, sexo ni otras cuestiones menores debe de ser respetado y tener el derecho de dirigir su propia vida, de vivirla con satisfacción y felicidad, sin temor, sin angustias, en definitiva, tiene el derecho de vivirla en PAZ.

Esa paz se ve quebrada cuando un grupo de radicales que se creen los reyes del mambo porque se han colado con la mente y el corazón podridos en un movimiento puro como ha sido el 15M durante estos días, empiezan a tener afán de protagonismo y proponen acciones violentas porque con el pacifismo no se llega a ningún lado según ellos. Gran incoherencia pedir paz mediante la violencia. Eso es precisamente lo que llevan haciendo nuestros gobiernos contra los que tanto os quejáis durante mucho tiempo, imponer la falsa paz mediante verdaderas guerras que dejan mucha sangre en el camino.

De hecho me cuesta mucho creer que seáis vosotros, la gente que está en las plazas, quienes estéis promoviendo ese tipo de acciones pues estoy segura de que la mayoría de vosotros sabía antes de salir a la calle que esto no era cosa de una semana y que el cambio que se necesita iba a costar mucho, muchísimo esfuerzo por parte de todos y paciencia, infinita paciencia porque el sistema no iba a dejar así como así que las ovejas se hicieran con el poder de decidir sobre sus vidas.

Así que desde aquí les sugiero a todos los violentos que ahora mismo circulan por las plazas y las redes, que afortunadamente aún son poquitos, que si quieren violencia cojan dos piedras, se vayan a su casa y sentaditos en el sofá se empiecen a dar con estas en los tobillos si eso les hace felices pero que dejen en paz el movimiento porque lo único que van a conseguir es que las familias normales y corrientes que hasta ahora os han apoyado dejen de hacerlo. No creo que se atrevan a ir con sus hijos a las plazas cuando empiecen a tener miedo de que en estas haya violencia por culpa de cuatro gatos exaltados. Y tampoco vais a convencer a la gente que por ahora continua viviendo bien de que sois la alternativa que nos va a llevar a todos hacía una sociedad más equilibrada y justa en todos los sentidos posibles.

¿Por qué no seguir como se empezó? ¿Que es lo que cambió el domingo tras las elecciones? ¿En serio pensabais que la cosa iba a ser tan fácil? ya sé que me estoy repitiendo como la fabada, pero es que no entiendo el porqué del desanimo, quien pensaba que en una semana iba a cambiar el mundo o es un inocente niño o un mendrugo sin solución.

Ahora con vuestro permiso, me voy a quitar la camisa y me voy a poner de rojo. Vivo en una comunidad que luce orgullosa el color contrario y estoy harta de que se me mire mal por ser una estúpida roja idealista que no se conforma con lo que tiene y siempre quiere más. Si algunos perroflautas me trataron mal otros de vosotros lo habéis hecho cien veces peor. Pero ahora a la mayoría de vosotros os tengo pena porque estáis también con el agua al cuello y por fin os estáis dado cuenta de que por muchas comilonas que le hayáis pagado en otros tiempos al amiguito banquero o al politicucho de turno, la caída del sistema no perdona a nadie, y tarde o temprano vosotros también vais a caer, ya lo estáis haciendo, poco a poco, sin prisa pero sin pausa.

 Todos los que os endeudasteis por encima de vuestras posibilidades, dejándose seducir por los cantos de sirena de los banqueros sin escrúpulos a los que en realidad le importabais un pimiento y solo pensaban en llenarse los bolsillos, también vais a pagar las consecuencias de haber confiado en quien no debíais. Ni se os ocurra pensar que por vestir de azul os vais a librar de esta caza de brujas, en serio creéis que por votar al PP ayer, hoy os vais a levantar con un mercado lleno de posibilidades de trabajo con el que poder mantener la vida de lujo que llevais a costa de los obreros, porque recortar pagas extraordinarias sí, pero vender esos coches de más de 70.000€ no, porque mi bienestar es lo primero y como yo les doy trabajo ellos me deben ese pequeño favor.... Que bonitas mis palabras y que amargo mi desencanto.

Por un lado, me alegra mucho saber que cuando el banco os haya quitado vuestros privilegios pagados con un dinero que no era vuestro, yo seguiré viviendo en la mía puesto que nunca pretendí ser quien no soy. Por el otro lado, espero con el corazón que estas lecciones de humildad que ya estáis viviendo u os están esperando, de verdad os sirvan para entender que no se puede ser egoísta con él que está por debajo de ti, porque siempre puede haber alguien por encima que te observe y pruebe el mismo método contigo. Que es precisamente lo que está ocurriendo ahora, el sistema corrupto nos absorbe y ya no le importan los colores.

Entonces yo me pregunto, si a él no le importáis... ¿Por qué le seguís siendo fieles?, ¿de verdad esperáis cambios con el resultado de las elecciones? Bueno, tampoco me importa demasiado la respuesta. Cuando despertéis nos veremos en las plazas compañeros.

Por último me voy a vestir de rosa porque así es como quiero que sea el color del mundo en el que me ha tocado vivir a partir de ahora. Quiero cambios profundos en la sociedad que me permitan vivir una vida digna y a la vez me sienta orgullosa, no solo de los españoles como en estos días, sino de la humanidad en general como especie. ¿Pido mucho? Quizás así sea pero no me importa ni me preocupa, ya estoy harta de vivir aborregada en manos de un sistema que me esclaviza y no me deja pensar ni crear. ¿Por qué? porque no tengo tiempo, tengo que trabajar para alimentarlo y siempre me pide más. Tengo que pagar todos los años impuestos por cosas que ya son mías tras mucho esfuerzo mientras veo como él que más tiene por ser un ladrón corrupto se va de rositas porque el sistema judicial que tenemos ya no es suficiente y nadie hace nada por evitarlo porque no interesa, así como esta beneficia a los poderosos.

En esta última semana mi habitual amargura se ha convertido en entusiasmo y he dejado de lado muchas cosas importantes por estar pendiente de un fenómeno que en mi opinión ha abierto una brecha en el escudo del sistema para que pueda penetrar un rayito de Sol por ella. En lo que debemos centrarnos ahora es en alimentar ese Sol para que este no se apague nunca, por encima de nuestras diferencias, que son y van a ser muchas, todos queremos y deseamos lo mismo, eso lo tenemos claro. Justicia, igualdad, respeto, dignidad.... y todos juntos podemos conseguirlo.

Ahora estoy tranquila, porque sé que esto no ha hecho sino comenzar, la semilla ya ha sido plantada en nuestros corazones, ahora solo necesitamos cuidarla con cariño, paciencia y dedicación para que esta pueda crecer sana y fuerte.

 

 

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